La Subcuenca de los Lagos Apanás y Asturias, en los últimos tiempos ha presentado una fuerte degradación ambiental; la principal causa es el cambio en el uso del suelo, la pérdida de la cobertura forestal, la reducción de los afluentes superficiales y el incremento en los niveles de sedimentos.
Ante esta premisa el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), a través de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), divulgará en el mes de septiembre un documento titulado: “Importancia de los Sistemas de Restauración Ambiental (SRA) e Impacto del MCSA en la Subcuenca Hidrológica Apanás – Asturias”.
El documento plasma la importancia que existe por parte del GRUN, para restaurar el entorno ambiental, proteger los recursos hídricos de las cuencas hidrográficas y su compromiso con la nación para promover el desarrollo humano sostenible, estableciendo buenas prácticas ambientales, a través del establecimiento y conservación de Sistemas de Restauración Ambiental (SRA), en áreas de bosque natural que lleven consigo un manejo sostenible de la tierra con protagonistas agrícolas (granos basiqueros, hortaliceros, cafetaleros), agropecuarios (agrícolas -ganaderos) y pecuarios (ganaderos) del país, que permitan asegurar la generación hidroeléctrica.
Es importante mencionar que, una de las actividades más importantes dentro de la Subcuenca es la generación de energía hidroeléctrica la que es realizada por ENEL bajo un manejo y gestión sostenible, puesto que se requiere de un elemento vital para la vida: el agua.
ENEL, para obtener este recurso, ocupa el agua que se encuentra almacenado en los embalses Apanás y Asturias, los que fueron finalizados en los años 1964 y 1989, para generar energía limpia. Ambos cuerpos de agua, según el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), forman parte de la Unidad Hidrográfica 9518 perteneciente al Río Grande de Matagalpa.
Por lo tanto, los embalses son un recurso de importancia estratégica nacional, porque abastecen de agua a tres plantas generadoras de energía administradas por ENEL: Centro América, Larreynaga y Carlos Fonseca (PCA – PHL – PCF), las que constituyen una capacidad instalada de 117.5 Megavatios (MW), aportando el 12.8% de la generación nacional de energía neta e ingresos que rondan los US$40.6 millones según reporte del año 2020.
Asegurar energía limpia a cada hogar nicaragüense ha sido una constante para el Gobierno del comandante Daniel Ortega, por ende, en los últimos 3 años ha mantenido un fluido de generación constante en sus plantas hidroeléctricas PCA – PHL – PCF. A esto hay que añadirle la millonaria inversión que realizó el GRUN a través de ENEL, para modernizar y extender su vida útil por 25 años más.
Embalse Apanás – Asturias, una riqueza ecológica
Los embalses Apanás – Asturias, constituyen una fuente de ecosistemas de alta biodiversidad que proveen de múltiples servicios ecosistémicos (secuestro de carbono, retención de sedimentos, aporte de caudal de agua, belleza escénica, entre otros), siendo un valor agregado de riqueza ecológica y un hábitat con una variedad de flora y fauna lacustre -migrante-, características por la que son considerados un humedal de importancia internacional, declarados Sitio Ramsar, con el número 1137.
La implementación de los Sistemas de Restauración Ambiental (SRA), ha logrado aumentar la cobertura forestal, porque se realiza un arreglo especial y una composición del sistema de acuerdo a las características biofísicas, económicas y sociales según cada territorio.
ENEL en conjunto de productores locales, ha implementado buenas prácticas ambientales, para recuperar la cobertura forestal, proteger el bosque y sus recursos forestales, esto con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del caudal hídrico para la generación hidroeléctrica, la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria de los productores y sus familias.
Pero el SRA no sería un éxito sin la ejecución del Mecanismo de Compensación por Servicios Ambientales (MCSA), porque es a través de éste donde se priorizan las áreas con mayor vulnerabilidad ambiental y social para establecer y conservar los sistemas de restauración ambiental y áreas de bosques en Reservas Silvestres Privadas (RSP).
El impacto y los resultados son asombrosos, luego de tres 3 años de ejecución; se ha logrado proteger y conservar 3,159 manzanas (2.225 hectáreas), de las cuales se han evitado y/o secuestrado 70,085 toneladas métricas de carbono equivalente (CO2); es decir 47,561 toneladas de erosión evitada y la contribución en el incremento de aporte de caudal hídrico de 40,958,941 metros cúbicos a los embalses Apanás y Asturias.
Por lo tanto, la incorporación de las buenas prácticas agrícolas enfocadas a la conservación de suelo, infiltración hídrica y la reforestación en fincas y conservación de las áreas de bosques en las Reservas Silvestres privadas (RSP), ofrece un servicio ambiental, que contribuye a mejorar las condiciones sociales y económicas de las familias, garantizando cantidad y calidad productiva dentro de la Subcuenca Apanás y Asturias.