Nacimiento en honor al Niño Dios de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL). |
Publicado: 20 de Diciembre 2018
Colores navideños, música y tradición adornan y embellecen la amplia Avenida de Bolívar a Chávez. Las familias que recorren esta zona de Managua, se deleitan con los bellos Nacimientos que instalaron las instituciones gubernamentales desde el 12 de diciembre en honor al rey del universo; el Niño Dios que nos cuida a todos los nicaragüenses.
Como todos los años, a esta celebración se unió la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), el nacimiento se encuentra frente al Tiangue la Purísima bajo el lema: Nace un Nuevo Ser, el Salvador del Mundo y su Luz brilla en Nicaragua.
Cada nacimiento es una obra de arte elaborada con mucho amor por parte de los trabajadores de las diferentes instituciones, para que las familias contemplen el nacimiento del niño Dios en su humilde pesebre, con dulces cantos de paz y esperanza. La estrella de Belén irradia con grandes destellos de luz el hermoso nacimiento, semejando el camino hacia la Paz, Esperanza y eterna Libertad.
Los pastores y reyes magos van cargados con mirra, regalos, incienso y alegrías, donde lo adoran y se inclinaran ante él, ya que es y será el Rey de nuestros destinos y vidas.
Nuestra Madre Santísima está feliz junto a José, en víspera del nacimiento del niño Jesús para llenarlo de amor. Es un momento divino y de unificación familiar, un ejemplo para las familias nicaragüenses.
Un asno y un buey rodearan el pesebre, para dar con su aliento calor al recién nacido. Flores de temporada como pastoras, nubes y heno adornan la hermosa escenografía.
Previo al nacimiento del Salvador en Nicaragua se realizan “Las posadas” o “Pases del Niño Dios”, efectuada en algunos pueblos de oriente, principalmente (Granada y Masaya). Éstas consisten en que los devotos acompañan a los niños disfrazados de José, María y algunos pastores. Los niños van cantando coplas, pidiendo posada para la virgen que dará a luz, llegan a las casas que están cerradas y desde adentro responden con coplas negándoles la entrada. Estas posadas se dan durante nueve días.
Al igual que las posadas, se realizan las tradicionales pastorelas, una representación de acontecimientos previos a la venida de Jesús que termina con la adoración de los pastores al recién nacido en el pesebre. En ésta, se mezclan personajes divinos y humanos donde el destino eterno de los hombres ocupa el papel central de la trama. Los personajes centrales son Dios, la Virgen y los pastores que acuden a adorar al Niño Jesús en la gruta de Belén.
Las Pastorelas son jocosas y alegres, tratan de despertar en los oyentes sentimientos de amor, dando una moraleja y un mensaje de tipo religioso donde se exalta la fe cristiana.