Asalto a la casa de Chema Castillo: El golpe que hirió a la tiranía somocista.

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El 27 de diciembre de 1974 cuando un comando del Frente Sandinista de Liberación Nacional se tomó la casa del ministro somocista José María “Chema” Castillo, propinando de esta manera uno de los golpes más duros a la dictadura somocista.

La acción guerrillera consistió en asaltar la casa de Chema Castillo y tomar como rehenes a los invitados a una fiesta de fin de año, entre los que se encontraba el embajador norteamericano de turno, así como políticos y ministros del régimen somocista.

Como resultado de la acción una serie de compañeros guerrilleros y líderes sandinistas entre los que destacaba el actual Presidente Comandante Daniel Ortega Saavedra, que eran presos políticos, fueron puestos en libertad.

En esos días, Somoza consideraba que el movimiento guerrillero estaba neutralizado o había desaparecido y jamás pensó que el Frente Sandinista estaba en un proceso interno de acumulación de fuerzas, planificando acciones contra la dictadura.

La misión del Comando fue exitosa. Somoza accedió a la mayoría de peticiones, los presos políticos fueron liberados y junto a los miembros del comando fueron trasladados en un microbús junto al cardenal Miguel Obando y Bravo, que sirvió de mediador y posteriormente de garante, junto con otros embajadores. Todos fueron llevados al aeropuerto y trasladados en avión hacia Cuba.

Días posteriores al hecho, Somoza y su Guardia Nacional, ejecutaron una serie de acciones de represión en las montañas, en los barrios y ciudades, una persecución tenaz contra todo aquello que olía a sandinista o contra todo aquel vestigio de lo que el FSLN tenia organizado.

Somoza fue doblegado por el Frente y lloró

Manuel Espinoza, un periodista de generaciones, estaba a cargo de un noticiero televisivo cuando sucedieron los hechos del 27 de diciembre de 1974. El veterano periodista califica el asalto a la casa de Chema Castillo como un golpe espectacular que el Frente Sandinista le dio a la dictadura somocista.

“Vino a significar que el Frente Sandinista era la fuerza que podía derrotar a la guardia nacional y a Somoza”, explica y recuerda que el día 30 de diciembre, por la noche, el dictador ofreció un discurso en cadena nacional durante el cual se mostró abatido.

“En la noche cuando se habían ido (los guerrilleros rumbo a Cuba) sale con un discurso en cadena nacional, ahí llora Somoza, diciendo que él va a derrotar a los comunistas, que él va a derrotar a los Sandino-comunistas y que eso no significa que su gobierno esté golpeado ni que la guardia nacional estaba golpeada. Él sale llorando, sale realmente golpeado, humillado, sale derrotado”, afirma Espinoza.

Moralizó al pueblo de Nicaragua

La acción guerrillera no solo propinó uno de los golpes más hirientes a la dictadura, sino que devolvió la esperanza y la moral al pueblo nicaragüense.

Carlos Fonseca Terán, hijo del Comandante Carlos Fonseca, señala que “con la acción de la Casa de Chema Castillo se rompe el silencio, y se pasa a una etapa de mayor ofensiva, de mayor visibilidad de la acción guerrillera del Frente Sandinista”.

“Por primera vez alguien obligó a Somoza a hacer algo que no quería, y fue humillado públicamente. Además fue algo que moralizó al pueblo, a los sectores más combativos, más luchadores del pueblo”, subraya.

“Entre los presos se encontraba nuestro principal dirigente, líder del Frente Sandinista, Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, que sin duda alguna es una de las personalidades más importantes de la historia no solo del Frente Sandinista sino de la lucha del pueblo nicaragüense, solamente comparable con Sandino y Carlos Fonseca”, manifiesta Fonseca Terán.

 

Fuente: El 19 Digital-  Portal de Noticias de Nicaragua.