Energía Termoeléctrica: Energía base que garantiza estabilidad al sistema eléctrico

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Motores Diésel marca Wärtsilä instalados en Planta Termoeléctrica Managua.

 

Nicaragua en su necesario camino para alcanzar la transición energética, desde el 2007 con la instalación del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), promueve e impulsa mayor participación de los proyectos de generación con energías renovables (hidroeléctrica, solar, geotérmica, eólica, biomasa), sin embargo, aunque el país se encamina hacia un futuro cada vez más verde, todavía se requiere estratégicamente de centrales de energía base como la termoeléctrica, cuya fuente primaria es el búnker, para satisfacer los picos de demanda de manera eficiente, prever apagones y garantizar que la energía siempre llegue a los hogares nicaragüenses.

Si bien lo ideal, para cualquier sistema eléctrico es cubrir la demanda con el 100 por ciento de energía a base de fuentes renovables, la red necesitaría contar con esa misma capacidad de respaldo con plantas base, por la dependencia generalmente climatológica de las energías limpias, a excepción de la geotérmica que es la otra energía base que existe en el mundo.

Nicaragua con alto potencial geotérmico

Considerando que el potencial geotérmico estimado de Nicaragua es de 2.500 MW, la energía geotérmica resultaría la mejor opción que tiene el país para que su sistema eléctrico sea más eficiente (para no depender de los combustibles fósiles).
Sin embargo, de todas las energías renovables, la geotérmica desempeña todavía un papel marginal en el balance energético mundial y debido a su complejidad es la menos desarrollada.

Costo por cada MW instalado con diferentes fuentes.

Según la evolución prevista en la matriz de generación de energía contemplada en el Plan Indicativo de la Expansión 2019-2033 del Ministerio de Energía y Minas (MEM), la introducción de nuevos proyectos de generación basados en energías renovables permitirá modificar la matriz de generación, aumentando la participación de las renovables al 90% en el año 2033.

A la par de ello, resulta necesario aumentar la capacidad de generación base al Sistema Interconectado Nacional (SIN), para continuar fortaleciendo el abastecimiento energético a las familias y la industria nicaragüense con calidad y cantidad, en función del desarrollo económico del país y la equidad social.