Símbolos Patrios
La Bandera de Nicaragua:
Fue creada por Decreto Legislativo el 5 de septiembre de 1908, al igual que el actual Escudo Nacional, siendo Presidente de la República el General José Santos Zelaya López. Su composición es tres franjas horizontales del mismo tamaño, de tono azul cobalto, las exteriores y de color blanco la central, en cuyo centro, figura el Escudo Nacional. Las franjas azules simbolizan la justicia, la lealtad, la fraternidad, la fortaleza, el valor, el cielo, el color de los lagos Xolotlán y Cocibolca, el Mar Caribe y el Océano Pacífico que bañan las costas del Este y el Oeste del país. La franja blanca simboliza la pureza, la integridad, la igualdad, la bondad, la paz y la nación.
El Escudo de Nicaragua:
Consta de dos elementos, el central y el periférico, siendo el primero un triángulo equilátero de oro que representa la igualdad y la rectitud de la Patria y sus instituciones. En la parte inferior, una cordillera de cinco volcanes verde amarillentos, entre dos océanos en tono azul ultramar, representan la unidad y la fraternidad de las cinco repúblicas centroamericanas.
Los mares representan el Mar Caribe y el Océano Pacífico que bañan las costas del Este y el Oeste del país respectivamente. Un gorro frigio en tono rojo bermellón ilumina la escena con rayos blancos de luz, desde la parte central del triángulo, representando la libertad, teniendo como fondo un cielo en tono azul pálido que simboliza la gloria, el heroísmo y el sacrificio por la libertad. Un arco iris de siete franjas que cubre las montañas, debajo del cual está dicho gorro, representa la paz.
Alrededor del triángulo el elemento periférico formado por la leyenda en letras de oro: “República de Nicaragua – América Central”; la figura circular que forma la leyenda o divisa simboliza el cielo, la perfección y la eternidad.
“Salve a ti” es el Himno Nacional de la República de Nicaragua:
Constituye uno de los Símbolos Patrios de la nación nicaragüense. Su autor es el poeta Salomón Ibarra Mayorga, quien escribió su letra en 1918, ganando el concurso para cambiar el Himno Nacional que se tocaba hasta ese momento. Acordado en el Decreto Legislativo No. 39 del 26 de febrero de 1919.