Publicado: 08 de Marzo 2019
A inicios del Siglo XX, en un mundo industrializado y período de numerosas luchas de mujeres obreras por mejorar las condiciones laborales, surge la idea del Día Internacional de la Mujer. En 1910 en Copenhage, Dinamarca, la Internacional Socialista proclamó el Día de la Mujer, como un homenaje al movimiento de trabajadoras que realizaron una manifestación en Nueva York, Estados Unidos en 1857, contra los salarios bajos y las inhumanas condiciones laborales.
Un año después el 19 de marzo de 1911, a través de asambleas y encuentros se celebró por primera vez el Día de la Mujer en países como; Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca. Las mujeres exigieron su derecho al voto, la ocupación de cargos públicos, derecho al trabajo, la formación profesional y a la no discriminación laboral.
En ese mismo mes el 25 de marzo de 1911, el suceso que marcó la celebración moderna del Día Internacional de la Mujer fue el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York – Estados Unidos, donde 146 trabajadoras murieron dentro de la fábrica, la mayoría de ellas jóvenes inmigrantes. De las cenizas de ese trágico hecho surgió la llama de la búsqueda de justicia social, conllevando a cambios radicales en las normas de seguridad y de salud en el trabajo para las mujeres.
Bajo estos antecedentes y con la consigna de Igualdad, Desarrollo y Paz, es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró el ocho de marzo de 1975, como el Día Internacional de la Mujer, un homenaje en el mundo a las luchas de las mujeres por la participación, reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos.
Mujeres nicaragüenses han roto paradigmas de los derechos laborales. |
En Nicaragua los logros alcanzados en esta segunda etapa de la Revolución Sandinista gracias al Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, comprenden la participación en actividades económicas, sociales, políticas, educación técnica y profesional. Así como, la ocupación de cargos públicos en Instituciones Gubernamentales.
Las mujeres han sido una prioridad, cuya participación en cada uno de los programas y proyectos son cada vez más enfocados a su bienestar, con avances en equidad, restitución de derechos y las capacidades desplegadas para crear un país mejor.
Además, Nicaragua tiene la posición número cinco a nivel mundial y el número uno en Latinoamérica y el Caribe de los países con mayor equidad de género, según el informe de brecha de género global del Foro Económico Mundial (WEF) de 2018.