El proyecto Hidroeléctrico El Barro está localizado en municipio El Jicaral en Departamento de León y aprovechará las aguas turbinadas en la planta Carlos Fonseca conducidas a través del río Viejo para generar 32.0 MW, con una inversión de U$ 123,412,600.00.
En este proyecto ENEL destinará los recursos necesarios para implementar medidas y acciones para la protección del medio ambiente durante la construcción de la planta, cuyas obras principales incluyen, presa, obras de aducción, obras de protección del túnel, tubería forzada, casa de máquinas y el túnel de desfogue.
En el mes de junio del 2010 ENEL presentó al MARENA el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), conteniendo una serie de medidas y acciones destinadas a evitar, reducir y/o corregir los impactos ambientales que se pueden generar por la construcción del proyecto.
Las medidas y acciones de mitigación ambientales están orientadas al control de los efectos negativos generados por movimientos de tierra, áreas de inundación, actividades de instalaciones de equipos, construcción del túnel de aducción, manejo de residuos sólidos, líquidos y señalización para la seguridad de la ciudadanía.
En el mes de noviembre del 2011 luego de la revisión técnica por parte del MARENA y la realización de la consulta pública del EIA, el proyecto Hidroeléctrico El Barro, recibió el permiso ambiental, al aprobarse todas las medidas y análisis de las amenazas naturales planteadas por ENEL en el plan de contingencia.
Así mismo, en el plan de monitoreo y en el plan de supervisión ambiental se contemplan un seguimiento constante a las actividades que se desarrollarán por la construcción y puesta en marcha del proyecto.
En el mes de junio del 2013, previa solicitud de ENEL, se recibió por parte del MARENA la actualización del permiso ambiental mediante la resolución DGCA P026-2009-033-2011-003R-013 en la cual se ratifican el Plan de Gestión Ambiental, Plan de Contingencia y Plan de monitoreo para el proyecto.
De esta forma ENEL cumple con la legislación ambiental y el desarrollo energético del país al impulsar proyectos de generación de energía limpia con las respectivas medidas de protección al medio ambiente que mitigarán los impactos ambientales por la construcción y operación de sus nuevos proyectos.