A 87 años del legado del General Sandino

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Publicado: 19 de Febrero 2021.

 

 

La lucha por la libertad, soberanía y justicia fue la bandera que enarboló durante su vida el General Augusto C. Sandino, Héroe Nacional e hijo predilecto de Nicaragua, a quien, la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) rinde homenaje en el 87 aniversario de su tránsito a la inmortalidad este 21 de febrero.

 

Para Nicaragua el General Sandino representa una de las máximas expresiones de nacionalidad, cuya figura excepcional encarna el arquetipo del verdadero nicaragüense, el hombre que pone “el amor a la patria sobre todos los amores”.

 

Hablar de Sandino es hablar de Nicaragua, porque Sandino está en cada nicaragüense que ama y defiende a su patria, así lo señaló el presidente Daniel Ortega durante el acto de conmemoración del 41 aniversario de constitución de la Policía Nacional el pasado 9 de septiembre de 2020, cuando dijo: “Sandino está (…) en los campesinos, en los trabajadores, en la juventud, en los estudiantes, en los técnicos, en los profesionales. Sandino está en el corazón de Nicaragua, en el corazón de las familias nicaragüenses”.

 

El General Sandino se inmortalizó en la historia de Nicaragua, en la conciencia y memoria de este pueblo por su gesta nacionalista y antimperialista emprendida en 1927 y que finalizó en 1933 con la salida de los marines norteamericanos del territorio nacional.

 

 

Silueta del Gral. Sandino en la Loma de Tiscapa, Managua

La historia señala que Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, Masaya. Su infancia transcurrió entre angustias, pobrezas y privaciones. Fue un muchacho sobrio, tímido y de pequeña estatura, que desde niño trabajó como peón, mecánico, artesano y obrero agrícola.

 

Si bien desde muy joven se sensibilizó ante la intervención política, militar y económica que sufría el país por parte de los invasores yanquis, fue el vil asesinato y cómo arrastraban el cadáver del General Benjamín Zeledón en 1912, lo que marcó su vida y encendió la chispa de rebeldía, así lo expresó en una carta a la prensa mundial el 4 de octubre de 1929, “Nuestro corazón joven y patriota experimentaba desesperante inquietud, pero nada pudimos hacer en bien de la noble y grandiosa causa sostenida por el General Benjamín Zeledón; (…) gran patriota, soldado valiente, su heroico sacrificio en aras de nuestra soberanía nacional no será olvidado. Su recuerdo vive en el corazón de todo buen hijo de Nicaragua”.

 

Precisamente eso fue Sandino, un buen hijo de Nicaragua, un gran patriota que pese a estar fuera de su tierra (1920-1926) no titubeó regresar -desde México- a su país al conocer que los marines yanquis volverían a desembarcar en Nicaragua para intervenir a favor de los conservadores en la guerra civil, por lo que retornó para empuñar las armas en contra de la intervención estadounidense.

 

En su primer manifiesto dado a conocer el primero de julio de 1927 expresó, “El hombre que de su patria no exige más que un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo oído, sino también creído”, y así fue, su grito de “Yo quiero patria libre o morir” se escuchó en todo el país y más allá de sus fronteras.

 

Convencido que “la soberanía no se discute, sino que se defiende con las armas en la mano”, durante siete años y con un pequeño ejército (en número más no en dignidad), libró una férrea lucha tipo “David y Goliat” en las montañas del norte de Nicaragua. Era el General y su guerrilla contra el ejército más poderoso del mundo, ejército que fue expulsado en 1933.

 

Un año después de lograr la derrota del ejército invasor y expulsión de los marines, el General Sandino fue asesinado (21 de febrero de 1934) a traición por la genocida Guardia Nacional de Anastasio Somoza García.

 

Sandino: Semilla de la Revolución

 

 

Su pensamiento y práctica derivó una serie de valores e ideario humanista que posterior fue la inspiración de otros buenos hijos de Nicaragua, entre ellos, el comandante Carlos Fonseca Amador, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), organización que recogió el legado del General Sandino y que puso fin a una de las dictaduras más sangrientas de Latinoamérica el 19 de julio de 1979.

 

En estos nuevos tiempos de Esperanzas Victoriosas, el continuador de ese ideario sin dudas es el presidente Daniel Ortega, sólo hay que echarle un vistazo a la más reciente encuesta de M&R Consultores, la que señala que 7 de cada 10 nicaragüenses aprueban su gestión e igual número destaca que a lo largo de estos 14 años de Buen Gobierno ha conducido a Nicaragua en la dirección correcta.

 

Para el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), el General Sandino representa el faro que guía cada acción y proyecto que impulsa a favor de las familias nicaragüenses, es por eso que, en este 87 aniversario de su tránsito a la inmortalidad, la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) como parte de ese engranaje del GRUN reafirma su compromiso a defender y promover el inigualable legado del héroe y máximo referente de patriotismo y dignidad nacional.