El 12 de octubre Nicaragua conmemora el “Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular”, una fecha en la que el país, de naturaleza multiétnica, recuerda el inicio de la lucha de los pueblos originarios contra la dominación colonial y la reivindicación de sus derechos ancestrales.
América, donde desembarcó en 1492 el Almirante Cristóbal Colón y luego conquistada militarmente, vivió un largo periodo colonial, casi simultáneamente con las demás culturas del continente americano. En Nicaragua fue en 1502 cuando en su último viaje el Almirante Cristóbal Colón navegó frente a la Costa Caribe de Nicaragua y pisó tierra en la bahía que hoy se llama San Juan de Nicaragua. La conquista de Nicaragua se consumó el 12 de abril de 1523, cuando montado en su caballo Gil Gonzáles Dávila, acompañado de 15 soldados de a pie y cuatro a caballo, entró en las aguas del Mar Dulce o Lago de Nicaragua, espada en mano y delante el alférez real levantando la bandera Real, tomó posesión de toda la costa y mar dulce descubierta y por descubrir, declarando a la corona española como poseedora.
La heroica resistencia indígena inició con la llegada de los conquistadores españoles que significó un violento proceso de conquista y colonización de los territorios nicaragüenses, el cual, se enfrentó con un arraigado carácter militar de la cultura indígena, en la que la guerra se expresaba en un enorme espíritu de lucha y gran capacidad combativa.
La acción de defensa de los Caciques Diriangén y Nicarao en contra los invasores españoles, constituyeron las primeras manifestaciones combativas organizadas y desarrolladas en la historia, expresando así el espíritu guerrero de los indígenas.
La jornada era anteriormente celebrada como ‘Día de la Hispanidad’ y posteriormente ‘Día de la Raza’, pero se sustituyó por el “Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular”, como parte de las políticas de inclusión y restitución de derechos.
Para conmemorar la fecha, tradicionalmente se realizan diversos eventos como demostraciones musicales, ferias, bailes, declamaciones y degustaciones gastronómicas, que tienen como objetivo mantener vivo el patrimonio cultural de estos pueblos.
En nuestro país hay claramente definidos diez grupos étnicos, cuya herencia junto a encuentros y desencuentros ha dado origen a un pueblo pintoresco, alegre y creativo en sentido general.